Preocupados y nada contentos con las previsiones de su dueño. Así están actualmente muchos de los socios y seguidores de Chelsea después de que se hiciera público el intento que ya está liderando Roman Abramovich para crear un nuevo estadio y abandonar Stamford Bridge. El magnate pretende vender los terrenos y crear un estadio más vanguardista cercano al actual, pero la oposición que le ha salido al paso, supera las previsiones.
El multimillonario ruso presentó una oferta de 10 millones de libras para comprar a los accionistas las tierras donde se levantan ahora mismo las 41.800 plazas de Stamford Bridge. De tal manera, Abramovich lograría libertad para desarrollar su plan, que sería vender los mismos para uso comercial y residencial, moviendo el epicentro del club a un lugar cercano al actual emplazamiento.
"El freno que existe en este trato es que el terreno es propiedad de los hinchas, por lo que nada puede suceder aquí sin nuestro consentimiento. Los propietarios de Chelsea Pitch (un grupo especial con mayor capacidad en cuanto a acciones) compraron estas tierras hace 14 años para impedir la entrada a los promotores inmobiliarios y sus excavadoras. Esta es la casa del Chelsea Football Club y siempre lo ha sido”, dijo uno de los líderes de este movimiento.
Además, considera que “la intención fue siempre la de mantener el club aquí en nuestra casa espiritual. Nada ha cambiado. Por lo tanto, se hará llegar por escrito a todos los accionistas, una carta en la que se recordará todo esto y se pedirá que voten en contra del señor Abramovich y de su propuesta, en la reunión de emergencia del 27 de octubre”.