Dispuesto a rejuvenecer su plantilla el cuadro londinense acaba de cerrar la contratación de Kevin de Bruyne, centrocampista belga que aterrizará en Stamford Bridge el próximo verano.
Kevin de Bruyne, mediapunta belga de apenas 20 años, acaba de convertirse en el segundo fichaje invernal del Chelsea. Eso sí, el jugador, que firma por cinco temporadas y media, no lucirá la elástica de los blues hasta el próximo verano, ya que por el momento permanecerá cedido en el conjunto que le ha visto crecer como profesional, el Racing Genk.
Para cerrar la contratación de este habilidoso y versátil centrocampista (puede jugar por ambas bandas o en posiciones más centradas), la entidad londinense ha tenido que desembolsar 6,7 millones de libras (unos 8 M€), cantidad que se antoja elevada para un futbolista que aún debe mostrar su talento lejos de la Jupiler League.
Cuestionado por este asunto, André Villas Boas se apresuró a desmarcarse del fichaje y a enmarcarlo dentro de la política de contrataciones del club. «Es un objetivo marcado por el club que yo ya conocía. Él estaba bajo el control del club desde hace algún tiempo. Hicieron lo mismo con Lukaku y, en su día, con Petr Cech. Es la política del club para el futuro y creo que es correcta. Voy a hacer todo lo posible para que él alcance su máximo potencial, pero es el club el que ha tomado la decisión», indicó.