El español podría jugar en Stamford Bridge · Locales y londinenses jugaron una primera parte con mucho respeto · Saha abrió el marcador tras un córner en la segunda parte · Kalou aprovechó una contra para poner las tablas
Everton y Chelsea se volverán a ver las caras en la cuarta ronda de la FA Cup tras el empate a uno entre ambos en Goodison Park. Será el 16 de febrero, esta vez en cancha londinense, cuando se decida quién de los dos contendientes pasa de fase. Partido para el que, de concretarse el fichaje, podría estar Fernando Torres.
Los primeros 45 minutos fueron todo empuje y todo corazón, pero poco fútbol. La intensidad es algo previsible en un partido con equipos de la Premier y ambos hicieron honor a ello. Pero el miedo a encajar un gol hizo que el juego vertical brillara por su ausencia.
Los 'toffees' plagaron de gente el mediocampo y dejaron solo a Saha, tan solo que el galo fue incapaz de crear peligro. Los 'blues' echaban y echan de menos a alguien en el centro que aporte algo más que músculo. Lampard está desaparecido en combate y, para mal del espectáculo, Arteta no apareció en el Everton para dar juego.
Tanto Everton como Chelsea basaron su poder en el juego a balón parado. La altura y la potencia de los jugadores de ambos equipos llevaba peligro en toda acción de córner o de falta cerca al área. Ésa era la única opción de peligro... hasta que Anelka se cansó y se empezó a mover por todo el frente de ataque.
Los de Londres notaron mucho la hiperactividad del galo. El balón empezaba a correr y los futbolistas a recibir el balón más en carrera y no tanto al pie. El mismo Anelka tuvo en sus botas la más clara ocasión de la primera parte, en un tiro raso y cruzado que Howard desvió como pudo a saque de esquina. Ésa, y una de Rodwell para el Everton, fueron las opciones más notables para abrir el marcador.
El Everton pierde el miedo a perder
El riego del campo en el descanso hizo desaparecer el miedo a recibir un gol por parte del Everton. Los locales estaban más obligados a marcar que su rival. De empatar, el 'replay' sería en Stamford Bridge y, lógicamente, la ventaja del Chelsea sería mayor que en cancha 'toffee'.
El Everton encerró en su campo al Chelsea, tenía el balón en las proximidades del área de Cech y daba sensación de peligro. Saha ya avisó una vez pero no avisaría una segunda, sino que golpearía directo a la diana. Tanto merodeaba el balón el arco de Cech que el francés lo introdujo dentro en un saque de esquina, muy protestado por los jugadores del Chelsea ya que el balón no sale del todo, que botó Baines.
Como si estuviera anunciado, el público aplaudió a Baines, Baines aplaudió al público y Baines puso con su zurda el balón para que Saha, con un movimiento perfecto, batiera a Cech. El gol es del galo sí, pero el lateral zurdo del Everton se merece una medalla tanto por la asistencia como por el partido que realizó. Simplemente de diez.
Con un Chelsea grogui, el Everton se adueñó más todavía de la posesión de bola. Pero el equipo de Londres, como buen grande que es, es en cada partido un león dormido que no necesita demasiado para hacerte un gol. Y, después de que su presa sacara un córner de manera fallida, Kalou, que acababa de entrar por Malouda, puso la quinta y remató ajustado al poste de Howard. Tan ajustado que el estadounidense no pudo llegar y el empate subió al marcador.
Excesivo premio, muy excesivo, para lo demostrado sobre el campo. El Everton no bajó los brazos, pero el respeto hacia el Chelsea tras la espectacular contra del empate creció. Con todo, el luminoso se pudo mover tanto a un lado como a otro. Los de Ancelotti pudieron poner el 1-2 tras un latigazo de Ramires que pegó con extrema violencia en el palo del Everton, y Beckford hizo que Cech se empleara a fondo para despejar un balón que se colaba.
Con el definitivo 1-1 pitó Howard Web, conocido árbitro del encuentro, el final. Ahora, y con el fichaje de Torres cociéndose en el horno, Chelsea y Everton se jugarán el pase en la FA Cup en Stamford Bridge... con la posibilidad de que el español ayude a los 'blues'.