El Chelsea ha intentado hasta la extenuación el fichaje de Luka Modric este verano. Y el jugador, por su parte, ha hecho todo lo posible para vestir de blue. Primero, confirmó públicamente que no quería seguir en el Tottenham y después aireó, a los cuatro vientos, su deseo de fichar por la entidad de Stamford Bridge. "El Chelsea es un gran club con un dueño ambicioso. Ellos tienen grandes jugadores y tienen la intención de luchar por el título y ganar la Liga de Campeones", relató.
Sus palabras fueron tan contundentes como infructuosas, puesto que, el Tottenham siempre se mantuvo firme en su interés por retenerle. Hasta la fecha, ha rechazado las ofertas procedentes del club londinense y su dureza negociadora ("No es por el dinero, nosotros no vendemos a nuestros mejores jugadores", confirmó el presidente spur, Daniel Levy) ha provocado que el mismísimo Chelsea tire la toalla.
Al menos, así lo confirma la prensa inglesa, que hoy asegura que el Chelsea, ante la imposibilidad de fichar a Modric, se ha fijado un nuevo objetivo: Raúl Meireles.
El internacional portugués, de 28 años, milita en el Liverpool y sería una petición expresa del técnico blue, André Villas-Boas, cansado de esperar. Su incorporación, según confirma el diario The Guardian, podría concretarse por unos 13 millones de euros.